A lo largo de 1942 actuó como buque insignia de la Flota Combinada japonesa, y en junio de 1942 el almirante Isoroku Yamamoto dirigió desde su puente la desastrosa, para Japón, batalla de Midway. El Musashi lo sustituyó como buque insignia de la Flota Combinada a inicios de 1943, y el Yamato empleó el resto de ese año y gran parte de 1944 desplazándose entre las islas Truk y el puerto de Kure en respuesta a las amenazas estadounidenses. A pesar de estar presente en la batalla del mar de Filipinas, el Yamato no participó en la misma, y la única ocasión en que disparó sus armas principales a objetivos de superficie enemigos fue en octubre de 1944, cuando lo enviaron a atacar a las fuerzas estadounidenses que invadieron las islas Filipinas durante la batalla del golfo de Leyte. A punto de conseguir la victoria, las fuerzas japonesas se retiraron creyendo que se estaban enfrentando a una flota de transporte estadounidense completa en lugar de a un pequeño grupo de escolta, que era lo único que se interponía entre el Yamato y los vulnerables transportes de tropas.
Durante 1944 la balanza del poder naval en el Pacífico se inclinó en contra de Japón, y a principios de 1945 la flota nipona debió permanecer en puerto por la crítica escasez de combustible. En abril de este último año, en un desesperado intento para frenar el avance aliado, el Yamato fue enviado a la isla de Okinawa con la misión de intentar protegerla de la invasión y combatir hasta el final. Sin embargo, submarinos y portaaviones de la armada estadounidense descubrieron su grupo de combate al sur de Kyushu, y el 7 de abril de 1945 fue atacado y hundido por aviones bombarderos y torpederos de un portaaviones de los EE. UU., lo que provocó la muerte de la mayor parte de su tripulación.
Décadas después de la guerra el acorazado Yamato ha sido recordado en Japón con monumentos, un museo, réplicas, series animadas y películas, muestra de su extraordinaria importancia en la cultura del país del sol naciente.
Analítica Histórica
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Operating as usual
En el primer día de la batalla, las fuerzas confederadas atacaron con la intención de forzar la retirada de las tropas de la Unión lejos del río Tennessee y a los pantanos de Owl Creek al oeste, esperando derrotar al ejército de Tennessee liderado por Grant antes de que pudiera unirse a las fuerzas de Ohio al mando del Mayor General Don Carlos Buell. Las líneas de batalla de los confederados se confundieron durante la cruenta lucha, y los hombres de Grant se retiraron en dirección de Pittsburg Landing al noreste. Una posición en camino que se encontraba un poco hundido, apodado «El avispero», defendida por las divisiones de los generales de brigada Benjamin M. Prentiss y W.H.L. Wallace, proveyeron tiempo valioso al resto de la línea de la Unión para estabilizarse bajo la protección de numerosas baterías de artillería. El general Johnston murió durante el primer día de combate, y Beauregard, el segundo al mando, decidió no asaltar la posición de la Unión esa noche.
Los refuerzos del General Buell llegaron al atardecer y dieron la vuelta a la situación la mañana siguiente, cuando Grant lanzó un contraataque junto con toda la línea frontal. Los Confederados fueron obligados a retirarse de la batalla más sangrienta registrada de la historia de los Estados Unidos hasta ese momento, finalizando sus esperanzas de bloquear la invasión de las fuerzas de la Unión que avanzaban desde el norte del Misisipi.
Una guerra calificada como "estúpida" por el historiador hispanista británico Raymond Carr pues en su análisis muestra que no hubo intenciones claras para que se haya dado lugar el conflicto. Iniciado por un malentendido entre un grupo de españoles y peruanos que terminaría con una reacción con armas de fuego falleciendo un ciudadano peninsular y otro local, a pesar de ello y debido a un pobre manejo de la diplomacia el gobierno español que exigió compensaciones y disculpas formales al gobierno peruano que dejo que la justicia regular se encargase del lamentable suceso.
España contaba con una flota en el pacífico que en años anteriores al 1866 visito las cuidades portuarias de Valparaíso en Chile y el Callao en Perú con la motivación de una investigación científica, el país europeo aun considerado una potencia marítima transoceánica por poseer Filipinas y Cuba venia aumentado su gasto militar y mejorando su flota de guerra a pesar de las enormes perdidas que significo en su momento las independencias de las repúblicas Hispanoamericanas.
Para los Ibéricos causo malestar la manera como el gobierno peruano estaba resolviendo el caso de violencia interna que involucraba un ciudadano español y debido a que esta flota española dedicada a la investigación científica pero que también contaba con capacidades militares de cierta envergadura, se le ordenó bloquear el puerto peruano y tomar la Islas de Chincha en señal de protesta y como método de presión para que accedan a todas sus exigencias.
Además, esta isla contaba con un recurso natural demasiado importante para la época como era el “guano” recurso que significaba el 60% de los ingresos de exportación para el país sudamericano dando un duro golpe a la economía, este método de presión se entendería en la región como una manera de apropiarse de los recursos y recuperar los territorios sudamericanos para España.
Chile decidió tomar parte en este conflicto de forma pasiva al principio no permitiendo reabastecer a la flota española con carbón aduciendo que es un material destinado para la invasión del Perú, después, aportaría con personal militar y su flota para presentar batalla junto a la peruana y repeler la invasión.
A ello, se sumarian las repúblicas de Ecuador y Bolivia pero no con sus respectivas flotas pues en el caso de Ecuador era un país inestable que a pesar de tener un puerto importante (Guayaquil) no contaba con una flota digna que medirse con la escuadra española y o por lo menos de apoyar a sus países vecinos, similar caso con Bolivia. Estos países ayudarían no permitiendo a los españoles reabastecerse es sus costas.
Finalmente, España no fue capaz de sostener el esfuerzo bélico pues, aunque tenía una flota poderosa para los estándares sudamericanos (años más tarde quedaría demostrado que no era una flota moderna capaz de enfrentarse con las nuevas potencias marítimas como EEUU en la guerra Hispano estadounidense 1898) de la época tampoco tenía capacidades para una campaña que tomase mucho tiempo o que tuviese como objetivo tomar territorios continentales. Se retiraron a Filipinas donde pudieron tomar los recursos necesarios para circunnavegar el globo para finalmente llegar a España.
La batalla de Chapultepec fue un conflicto armado que tuvo lugar el día lunes 13 de septiembre de 1847 en el cerro llamado Chapultepec, que se ubica en las proximidades de la Ciudad de México. En el combate intervinieron los ejércitos de Estados Unidos y de México. El motivo de la batalla, y de la invasión en general, fue que Estados Unidos deseaba apoderarse del territorio al norte del Río Bravo, incluido Texas, por lo que México se defendió.
Las primeras batallas en el Valle de México fueron en Padierna, Churubusco y Molino del Rey, donde los estadounidenses se alzaron con la victoria. Uno de los últimos bastiones que defendía la ciudad era el Cerro y Castillo de Chapultepec en donde había un Colegio Militar con alrededor de 100 alumnos y 800 soldados de diferentes batallones del ejército mexicano. Chapultepec estaba comandado por el general Nicolás Bravo, uno de los héroes de la independencia. También estaban presentes hombres del Batallón de San Blas bajo las órdenes del teniente coronel Felipe Santiago Xicoténcatl.
El ejército estadounidense bombardea durante todo el 12 de septiembre la línea de defensa. El día 13 hicieron el asalto al Castillo y en este ataque fallecerían cerca de 300 soldados mexicanos, así como el comandante del Batallón de San Blas: Felipe Santiago Xicoténcatl quien defendió la bandera y resultó herido, y así continuó combatiendo e instando a sus hombres a continuar defendiendo el punto, lamentablemente una nueva bala lo hiere gravemente y cae envuelto en la bandera de su batallón. La posición fue ganada con relativa facilidad por las tropas de Worth, Quitman y Pillow.
Durante la era n**i, las autoridades alemanas reintrodujeron la insignia judía como un elemento fundamental en su plan de perseguir y eventualmente destruir a la población judía de Europa.
Usaban la insignia no solo para estigmatizar y humillar a los judíos, sino también para segregarlos y para vigilar y controlar sus movimientos. La insignia también facilitaba la deportación.
En un memorando de mayo de 1938, Josef Goebbels, el ministro de propaganda n**i, fue el primero en sugerir una “marca distintiva general” para los judíos alemanes. El jefe de la policía de seguridad Reinhard Heydrich reiteró la idea en una junta que se llevó a cabo el 12 de noviembre de 1938, convocada por Herman Göring después de Kristallnacht (la noche de los vidrios rotos). En ninguno de estos casos se emprendieron acciones inmediatas.
¿Cuándo y dónde se impuso la insignia judía?
En septiembre de 1939, después de la invasión alemana de Polonia, hubo autoridades militares y civiles alemanas que impusieron individualmente la insignia judía en ciertas ciudades y pueblos polacos; se decretó por primera ocasión en el pueblo de Wloclawek el 29 de octubre de 1939.
En el gobierno general, la parte de Polonia ocupada directamente por Alemania, el gobernador general Hans Frank ordenó el 23 de noviembre de 1939 que todos los judíos de más de 10 años de edad usaran una “estrella judía”, que consistía en un brazalete blanco con una estrella azul de seis puntas, que debía colocarse a la vista, encima de la manga del brazo derecho. Había fuertes multas para las personas que fueran sorprendidas sin usarla.
La insignia judía se introdujo inmediatamente después de la invasión de Alemania a la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, aunque no hubo una orden generalizada para hacerlo.
Durante el corto período que transcurrió entre la invasión alemana y el as*****to masivo de judíos en todo el territorio de la Unión Soviética, se usaron diversas insignias en diferentes regiones.
Entonces, el 6 de septiembre de 1941, Reinhard Heydrich decretó que todos los judíos del Reich que tuvieran más de seis años de edad debían utilizar una insignia que consistía en una estrella de David amarilla en un fondo negro sobre el pecho, con la palabra “Judío” escrita en alemán o en el idioma local dentro de la estrella. Esto se aplicó a todos los judíos alemanes y a los judíos de los territorios anexados por Alemania: Alsacia, Bohemia-Moravia y Warthegau (el territorio de Polonia occidental anexado por Alemania).
En la Europa occidental ocupada por Alemania, los intentos por introducir el uso de la insignia se toparon con diversos grados de oposición por parte de la población y los funcionarios locales, e incluso por las fuerzas armadas alemanas.
Los ocupantes alemanes impusieron la insignia en Bélgica y en los Países Bajos en la primavera de 1942. El comandante militar alemán en Francia ordenó que todos los judíos de más de seis años de edad llevaran una estrella amarilla del tamaño de la palma de la mano en la parte izquierda del pecho, que contuviera la inscripción “Juif”. Esta ordenanza se publicó el 7 de junio de 1942, aunque la resistencia burocrática por parte de los funcionarios franceses resultó en que nunca se aplicara una medida similar en la Francia de Vichy, incluso cuando las fuerzas alemanas ocuparon esa región del país en noviembre de 1942.
En Dinamarca nunca se introdujo la “insignia judía”. La popular historia de que el rey danés Christian X usó una estrella amarilla en solidaridad con los judíos no es verdadera. Este mito podría deber sus orígenes a un comentario que se dice que el rey le hizo a su ministro de finanzas Vilhelm Buhl, respecto a que, si los alemanes introducían la estrella en Dinamarca, “quizás todos deberíamos usarla”.
En Noruega nunca se introdujo la insignia, aunque después del 10 de enero de 1942 todos los judíos se vieron obligados a llevar tarjetas de identificación selladas con la letra “J”.
Muchos de los aliados de Alemania siguieron la iniciativa de los n**is e impusieron variedades de la insignia a sus propias poblaciones judías. En Croacia, después de la llegada de las tropas alemanas a Zagreb y de la creación de una República Croata independiente, que estaba aliada con Alemania, se ordenó que los judíos usaran una insignia a partir de mayo de 1941. La insignia era inusual, ya que consistía en un rectángulo amarillo grande que contenía la estrella de David y la letra Ž o a veces la palabra completa, Židov (“Judío” en croata), en la parte inferior.
En la República Eslovaca, fundada en 1939 como una aliada católica romana de la Alemania n**i, la insignia se introdujo el 9 de septiembre de 1941 como parte de una legislación antijudía integral que redefinió a los judíos en términos raciales.
En Hungría hubo resistencia a la insignia, así que no se introdujo hasta marzo de 1944, después de la invasión alemana al país y de la destitución del gobierno de Kallay, que anteriormente había rechazado la medida.
El 26 de agosto de 1942, el gabinete búlgaro ordenó el uso de la insignia, que estaba hecha de plástico amarillo, pero la medida no fue popular entre los búlgaros. El incumplimiento con la medida fue generalizado, ya que solo una quinta parte de los judíos de Sofía la usaron.
En Rumanía se introdujo la estrella de David amarilla en las provincias ocupadas de Bessarabia y Bukovina desde septiembre de 1941, y en Transnistria desde julio de 1942.
Sin embargo, en Regat (el “antiguo reino rumano”, ya que representaba las fronteras originales del país establecidas antes de 1914) hubo poco entusiasmo por la introducción de la insignia, excepto en Moldova (Moldavia), donde se obligó a los judíos a usarla bajo presión alemana a partir de mayo de 1944.
La batalla de Tannenberg de 1914 enfrentó a los Imperios ruso (1er y 2do ejércitos) y alemán (8.º Ejército) al comienzo de la Primera Guerra Mundial, cerca de la localidad de Allenstein en Prusia Oriental. Este enfrentamiento resultó ser de considerable importancia en la Gran Guerra, y tuvo lugar del 26 al 30 de agosto de 1914.
La batalla tuvo como consecuencia la casi total aniquilación del 2do Ejército ruso, y una serie de batallas inmediatamente posteriores destruyeron la mayor parte del 1er Ejército ruso también, lo cual dejó en muy mala situación bélica a Rusia hasta la primavera de 1915. Este enfrentamiento es notable por la rápida movilización de tropas alemanas por ferrocarril, lo cual permitió a un solo ejército alemán presentar un único frente de batalla contra dos ejércitos rusos de mayor tamaño, aunque de movimientos más lentos. Otro factor importante fue el mal sistema de códigos utilizados por las fuerzas rusas para sus mensajes, muy fáciles de interceptar y descifrar para los oficiales alemanes.
Si bien la batalla sucedió realmente en las afueras de la población de Allenstein, mientras que Tannenberg se halla unos 30 kilómetros al oeste, los mandos militares del Imperio alemán la denominaron «batalla de Tannenberg» por motivos de propaganda, para mitigar el recuerdo de la derrota de la Orden Teutónica a manos de tropas polaco-lituanas en la batalla homónima de 1410.
La batalla de Tannenberg fue seguida pocos días después por la primera batalla de los Lagos Masurianos, que supuso la expulsión de los rusos de territorio alemán, en tanto el 1er Ejército de Rennenkampf quedó ahora sobreextendido, carente de suministros, y atacado por el victorioso 8vo ejército alemán. No obstante, estas dos batallas no supusieron un cambio drástico en el rumbo de la guerra, pues simultáneamente los rusos habían obtenido una resonante victoria frente a Austria-Hungría en su campaña sobre Lvov, la cual forzó a los alemanes a distraer fuerzas en ayudar a los austrohúngaros.
Por otra parte, el gran éxito obtenido disparó el prestigio tanto de Hindenburg como de Ludendorff, y preparó el camino para la ascensión de este último a la cima del poder efectivo, convirtiendo así el Gobierno alemán en una auténtica dictadura militar
La operación Azul Fall Blau fue el plan desarrollado por la Wehrmacht para la ofensiva estratégica de verano de 1942 en el sur de la URSS entre el 28 de junio y el 24 de noviembre de 1942, durante la Segunda Guerra Mundial. El objetivo era capturar los campos petrolíferos de Bakú con dos propósitos: permitir a los alemanes reabastecer sus bajas existencias de combustible y también negar su uso a la Unión Soviética, provocando así el completo colapso del esfuerzo bélico soviético.
Después de que la operación Barbarroja fracasara en su objetivo prioritario de destruir a la Unión Soviética el año anterior, Adolf Hi**er, el Führer de la Alemania n**i, reconoció que Alemania estaba ahora atrapada en una guerra de desgaste y también era consciente de que se estaba quedando sin suministro de combustible y no sería capaz de continuar atacando más profundamente en territorio enemigo sin nuevas reservas. Con esto en mente, ordenó la preparación de planes ofensivos para el verano de 1942 para conquistar los campos petroleros soviéticos en el Cáucaso. La operación implicó un ataque en dos frentes: uno desde el flanco derecho del Eje contra los campos petroleros de Bakú, conocido como operación Edelweiss, y otro desde el flanco izquierdo para proteger el primer ataque, moviéndose en dirección a Stalingrado a lo largo del río Don. conocida como operación Fischreiher
Debido al éxito inicial de la ofensiva de verano alemana de 1942, Hi**er se volvió más ambicioso, ejerciendo una gran presión sobre el ejército alemán. El líder alemán no esperaba que los soviéticos pudieran lanzar una contraofensiva tan grande como la Operación Urano y envió tropas a otros lugares, ordenando a la Wehrmacht que dividiera sus fuerzas para conseguir al mismo tiempo varios objetivos. La oposición y los contratiempos menores llevaron a Hi**er a despedir a los oficiales disidentes e interferir cada más en el mando, cambiando constantemente los planes y las órdenes, lo que generó confusión, demoras y desperdicio de recursos preciosos como el combustible mientras el ejército alemán luchaba por mantenerse al día con la indecisión de Hi**er.
La sobre extensión redujo las capacidades del ejército alemán y sus aliados para defender este enorme territorio y los soviéticos montaron una ofensiva decisiva en Stalingrado, rodeando al ejército alemán. Pronto, ambos bandos se concentraron en la batalla por la ciudad, convirtiendo al Cáucaso en un teatro secundario. Con el Grupo de Ejércitos B incapaz de mantener la línea del Volga, las ofensivas soviéticas casi cortaron al Grupo de Ejércitos A en el Cáucaso y este se vio obligado a retirarse. La rendición del 6.º Ejército fue un gran golpe para la moral alemana y un gran shock para Hi**er. A pesar de la destrucción del 6.ºEjército, los soviéticos solo pudieron obligar al ejército alemán a retirarse del Cáucaso, lo que retrasó la decisión final sobre el frente oriental. El comando soviético sobreestimó sus capacidades y empujó a sus fuerzas hasta el límite de sus líneas de suministro, lo que llevó a la derrota en la Tercera Batalla de Járkov y dejó a los alemanes en condiciones de luchar en la Batalla de Kursk.
El 21 de junio de 1945 culmina la batalla en la isla japonesa de Okinawa, el mayor asalto anfibio en el Teatro del Pacífico. Se combatió durante 82 días, desde principios de abril hasta mediados de junio de 1945.
El objetivo principal de la operación era apoderarse de la gran isla de Okinawa a sólo 550 km de distancia del Japón. Después de una larga campaña de saltar entre islas (los estadounidenses la denominaban Island hopping), los Aliados se acercaron a Japón, y planearon usar Okinawa como base para las operaciones aéreas bajo el plan de invadir territorio japonés, cuyo nombre en clave era Operación Downfall.
La batalla resultó ser una de las que tuvo más víctimas, civiles y militares, en toda la Segunda Guerra Mundial: la totalidad de los fallecidos supera el cuarto de millón. Las pérdidas de EE.UU. fueron más de 50.000 soldados, de los cuales más de 12.000 murieron o fueron dados por desaparecidos. De los 107.000 soldados y 24.000 milicianos japoneses, tuvieron 110. 000 mu***os y 7.400 prisioneros, aproximadamente. Esto hizo que fuera la batalla más sangrienta en la guerra del Pacífico.
Finalmente los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki y la entrada soviética en la guerra provocarían la rendición de Japón tan sólo unas semanas después del fin de los combates en Okinawa.
La batalla de Francia fue la invasión por parte de la Alemania n**i a Francia, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo, en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Francia había declarado la guerra a Alemania el 3 de septiembre de 1939, luego de que esta última invadiera Polonia. A comienzos de septiembre de 1939, Francia lanzó la fallida ofensiva del Sarre, y para mediados de octubre las tropas francesas habían vuelto a sus posiciones originales. Alemania abrió fuego el 10 de mayo de 1940 y, al cabo de solo seis semanas, derrotó a las fuerzas aliadas y conquistó Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos, terminando con las operaciones terrestres en el frente occidental hasta los desembarcos aliados en Normandía, el 6 de junio de 1944. Italia entró en la guerra el 10 de junio de 1940 e invadió Francia desde los Alpes.
En el plan Amarillo desarrollado por los alemanes, las unidades acorazadas avanzaron por sorpresa en las Ardenas y a lo largo del valle del Somme, aislando y cercando a las unidades aliadas que habían avanzado hasta Bélgica para hacer frente a la invasión esperada por ese territorio. Cuando las fuerzas británicas, belgas y francesas fueron empujadas hacia el mar por la bien organizada operación alemana, la Fuerza Expedicionaria Británica (BEF) y varias divisiones francesas fueron evacuadas de la playa de Dunkerque en la Operación Dínamo.
El 5 de junio, las fuerzas alemanas lanzaron el plan Rojo. Las sesenta divisiones francesas y dos británicas restantes opusieron una tenaz resistencia, pero fueron vencidas por la superioridad aérea y movilidad acorazada tudescas. Los carros de la Wehrmacht flanquearon la línea Maginot e hicieron enormes avances en territorio francés, ocupando París sin oposición el 14 de junio. Tras el colapso del ejército y el escape del gobierno galo, los comandantes alemanes se reunieron con funcionarios franceses el 18 de junio para negociar el fin de las hostilidades.
La firma del armisticio reducía a Francia a durísimas condiciones:
Tres quintas partes de territorio francés (el norte, incluyendo París) fueron ocupadas por los alemanes. El resto, incluyendo las colonias, quedó bajo un gobierno francés con capital en Vichy. El Ejército quedó reducido a 100.000 efectivos. Francia quedaba obligada a onerosas reparaciones de guerra.
El gobierno de Vichy (pequeña ciudad del centro de Francia) fue presidido por el Mariscal Petain, antiguo héroe de la Primera Guerra mundial. El “Régimen de Vichy” se caracterizó por su conservadurismo y autoritarismo. Colaboró en todo momento con los n**is que dirigirían el resto de Francia desde París. Tras la liberación del país, Petain y su gobierno fueron declarados traidores a Francia y juzgados como tales.
El 4 de junio de 1942, dos poderosas flotas, la estadounidense y la imperial japonesa, se enfrentaron en el Pacífico en una batalla decisiva por el control del atolón de las Midway, donde los norteamericanos tenían una base naval, a medio camino entre Asía y América. El Imperio del Sol Naciente escogió este lugar para asestar el que creían sería el golpe definitivo a los Estados Unidos. El coloso norteamericano ya había sufrido un duro golpe hacía seis meses, cuando la aviación japonesa atacó la base naval de Pearl Harbor, en las islas Hawái. Pero en las Midway, a pesar de que los nipones contaban con más efectivos, la defensa "numantina" de los norteamericanos (también en parte ayudados por el azar) fue suficiente para dar la vuelta a una batalla que parecían tener perdida.
Tras las rotundas victorias de la Armada japonesa en el transcurso de la batalla del mar del Coral, bautizada como Operación MO por los japoneses, la Marina del Sol Naciente obtuvo el primer revés. Pero a pesar de ello la Flota Combinada de la Armada Imperial japonesa, comandada por el almirante y comandante en jefe Isoroku Yamamoto, puso rumbo al atolón de las Midway con 185 buques, entre ellos cuatro portaaviones pesados que transportaban más de 250 aviones cada uno, dos portaaviones ligeros, siete buques de línea, catorce cruceros, y varios submarinos, destructores y buques de abastecimiento. La supremacía naval de Japón permitió poner fin a la presencia militar británica en el archipiélago malayo y conquistar la inexpugnable Singapur, las islas Filipinas, Indonesia, y lo más importante: lograr la ansiada obtención de recursos naturales.
El plan de batalla del almirante japonés partía del supuesto de que los portaaviones USS Enterprise y USS Hornet eran los únicos de los que disponía la flota norteamericana del Pacífico y de que el USS Lexington había sido hundido y el USS Yorktown había sufrido graves daños (y se consideraba hundido) en la batalla que había tenido lugar en el mar del Coral tan sólo un mes antes. Por encima de esto, estaba la creencia japonesa de que los norteamericanos se hallaban terriblemente desmoralizados por las derrotas sufridas en los últimos seis meses y que esto sería fundamental para llevarlos hacia la trampa que el almirante Yamamoto estaba tejiendo para ellos.
La derrota de Japón en la batalla de Midway fue de tal magnitud que, con el hundimiento de sus cuatro mejores portaaviones, fruto de una serie de circunstancias adversas, la Marina Imperial Japonesa quedó incapacitada para llevar a cabo nuevas ofensivas tanto en Asia como en el océano Pacífico. Esta colosal catástrofe condenó a los japoneses a interrumpir su expansión por Oceanía y, por tanto, modificó el curso de la historia, tanto de la Segunda Guerra Mundial como del siglo XX.
Opinión:
Los bicentenarios de América hispana se están celebrando, cada país que habla castellano en América reivindica sus guerras por la emancipación de la madre patria. Los nacionalismos surgidos de estas guerras independentistas son de tal importancia que nadie puede dudar de la gloria y grandeza de los próceres que lograron esta libertad del llamado yugo español. Pero ¿quiénes eran estas supuestas colonias de ultramar del Imperio español?, ¿Existió represión en estas colonias?, ¿Que hizo que todo un continente que contaba como raíz la cultura Hispánica implosionara en republicas con caudillos locales?, ¿Porque se volvió un tabú hablar de nuestro pasado español en América?
Todas estas preguntas y muchas más de seguro giran en la mente de cada uno de los hispanos que pueden comprender cada palabra que estoy escribiendo pero al mismo tiempo su patriotismo y fidelidad a su nacionalismo bloquea la búsqueda de esta verdad para solo creer lo que durante 200 años las repúblicas nos han venido diciendo “ Conseguimos la libertad, antes de ello no teníamos ni éramos nada y después de libertad lo conseguimos todo” estos es una frase que podría resumir el pensum académico que enseñan en las escuelas regulares “ las repúblicas trajeron la luz y el progreso en donde antes no existía más que solo represión por parte de la monarquía”. Y aquí aparece otra pregunta; ¿Las republicas lograron su objetivo de brindar bienestar a través de la independencia?
Pongo mi opinión aprovechando el 24 de mayo que es una fecha que aseguró la independencia de la República del Ecuador y quiero además si los lectores me lo permiten hacer un análisis desde este punto con respecto a las demás naciones hispanas que seguro comparten una historia similar de emancipación. Para los que lo saben y para los que no la cultura hispana en América existe hace mas de 500 años en América, hay que solo ver la cantidad de países que hablan castellano como lengua oficial.
Desde América del norte hasta la Patagonia, de estos 500 años solo 200 años somos republicas los 300 años restantes fuimos parte del imperio español, pero no éramos colonias como nos han dicho sino Virreinatos, Capitanías Generales y Reales Audiencias la diferencia entre estas dos formas de dividir el territorio es que desde el Imperio Español existió una transferencia cultural en cuanto a todos los aspectos de la forma de vida de la península ibérica que se fusionaría con las culturas americanas mientras que las colonias como las ingles solo buscaban la extracción de materias primas y el aprovechamiento de todo aquello que les pudiera ser útil, es decir redito monetario. No les interesaba construir ciudades ni transferir su cultura a las ya existentes porque eso no genera ganancias en el corto plazo
Mientras en América hispana esta trasferencia de cultura hizo posible la construcción de ciudades que hasta hoy existen y son patrimonio cultural de la Humanidad las colonias francesas he inglesas no lograron construir nada que valga la pena mostrar en la actualidad. Pero más allá de lo que éramos y que la mayoría ignoramos, pero tambien es importante saber, responder la pregunta; ¿Las repúblicas lograron su objetivo de brindar bienestar a través de la independencia? Mi opinión es que NO, cada país hispano cuenta con problemas políticos, económicos y sociales desde su nacimiento, han sufrido guerras fronterizas y la verdadera dominación de países extranjeros que lograron su desarrollo de manera más pronta como EE. UU.
Las repúblicas han sido incapaces de mantener el statu quo de prosperidad que existía en América con la monarquía Hispánica y en su división los caudillos locales aprovecharon y aprovechan los espacios de poder para enriquecerse pues los dictadores déspotas parecen ser lo único que puede dar esta parte del continente. Estos y mas errores han hecho posible que emergieran países como EE. UU. que ahora todo país necesita su benevolencia para poder coexistir, los Hispanoamericanos dejamos de bien vivir en América para sobrevivir bajo la sombra del gigante del norte, dejamos que nuestra cultura sea menos preciada y olvidamos quienes éramos y aceptamos que no somos capaces de nada. Y a esto tambien digo que no, los Hispanos ya no podemos dejar de vernos a nosotros mismos con lastima desdeñando de nuestro pasado y siendo subordinados de otras naciones, comprender que es más lo que nos une que lo que nos separa será un primer paso para que volvamos a estar unidos por un bien común, por el nuevo florecimiento la cultura hispana en América. Por que España es en América lo que Roma fue en Europa, un faro de luz del cual nosotros somos sus hijos.